sábado, 18 de octubre de 2008

NUTRICIÒN DE LOS PECES



Si se observa que el desarrollo de la acuicultura a nivel mundial se va a realizar mediante sistemas de producción semiintensivos, como se viene observando en los últimos años, entonces se requerirá de cantidades importantes de fertilizantes y/o alimentos.
Por lo tanto, no debe sorprender que la nutrición de peces y crustáceos sea una área de investigación con un desarrollo importante, máxime si se tiene en cuenta que el alimento y los costos de alimentación constituyen la fracción más significativa dentro de los costos de operación de una explotación acuícola.
El desarrollo de un alimento para acuicultura requiere como mínimo un entendimiento básico de la nutrición, una definición de los requerimientos nutricionales de la especie cultivada y una presentación acorde al sistema y la especie.
Todas las especies animales tienen un requerimiento propio de proteína, energía (lípidos, carbohidratos), vitaminas y minerales en sus dietas; el tipo y la cantidad de cada uno de estos nutrientes varían no solamente entre las especies, sino que, dependiendo de las edades, función productiva y condiciones ambientales, éstos requerimientos exigen un tratamiento especial.
Proteínas y aminoácidos
Las proteínas son moléculas complejas, constituidas por 20 aminoácidos esenciales y muchos otros no esenciales que, de acuerdo con la presencia de estos en la molécula, se define la calidad y la digestibilidad de la misma.
Las proteínas son componentes esenciales que ejercen un papel central en la estructura y funcionamiento de todos los organismos vivos; componente aproximadamente del 70 % en base seca de la materia orgánica, de allí que sea uno de los componentes nutricionales más importantes en los alimentos balanceados para peces.
En los peces, la proteína de las dietas, además del requerimiento nutricional básico, está influenciada por factores biológicos como: el tamaño del pez, función fisiológica, densidad de siembra, disponibilidad de alimento natural, tipo de alimento (completo o suplementario) y factores nutricionales como la calidad y la digestibilidad de la misma, el nivel de energía en la dieta y cantidad de alimento a suministrar.
Las materias primas que proporcionan las proteínas para los alimentos balanceados de peces son: la harina de pescado, la harina de carne y harina de sangre, como fuentes de origen animal; además de la torta de soya y/o fríjol soya, torta de algodón y torta de ajonjolí, debido a que son ingredientes altos en proteína cruda y con un perfil de aminoácidos esenciales disponibles y altos, con precios relativamente razonables.
Energía
Actualmente en las dietas de peces, la formulación se diseña atendiendo las exigencias energéticas de las especies. Por lo tanto, la relación energía/proteína es concepto fundamental en dietas para peces en confinamiento.
Los peces, como todas las especies requieren energía para su crecimiento, desarrollo y reproducción, con una relación de 9 kcal/g de proteína, bastante bajo comparado con las aves y los cerdos que tienen requerimientos de 15 a 10 kcal/g de proteína cruda. El proceso biológico de utilización de energía se define como metabolismo energético. La velocidad en la cual se lleva a cabo la utilización de la energía está influenciada por la temperatura, la especie, la edad, el tamaño, la actividad, la condición fisiológica, las funciones del cuerpo y variaciones químicas del agua como oxígeno, pH, temperatura y salinidad.
Los peces, como los otros animales, utilizan las diferentes fuentes de energía de una manera particular. Los peces de aguas frías utilizan muy bien las proteínas y los lípidos como fuentes de energía, y pobremente los carbohidratos; sin embargo, los peces de aguas cálidas utilizan los carbohidratos relativamente bien como fuente de energía. Razón por la cual, los tres mayores componentes de la dieta, proteínas, lípidos y carbohidratos, deben ser balanceados de tal manera que los peces puedan encontrar los nutrientes y la energía necesaria para un buen desarrollo.
Ni las deficiencias, ni los excesos de energía en la dieta tendrán mayores efectos en la salud del pez. Sin embargo, cuando una dieta es deficiente en energía, en relación con la proteína, una cantidad proporcional de la proteína de la dieta, será utilizada como energía en lugar de ser utilizada en la formación de tejidos; en el caso de una dieta que contenga exceso de energía, el pez se sentirá saciado antes de consumir la cantidad necesaria de alimento para un óptimo crecimiento.

Lípidos como fuente de energía
Los lípidos son la fuente de energía más concentrada y disponible dentro de los nutrientes. En los alimentos formulados, mejora la palatabilidad, la textura y estabilidad de los mismos; además, son importantes como fuente de ácidos grasos esenciales, para un crecimiento normal y una buena sobrevivencia de los peces. También se vuelven indispensables para actuar como vehículos de vitaminas liposolubles.
Especialmente, los fosfolípidos ejercen un papel importante en la estructura de las membranas, y algunos otros se desempeñan como hormonas y esteroides.
Los ácidos grasos que más influyen sobre las especies acuícolas son los de las series omega 3 ó ácido linoléico, y omega 6 ó ácido linolénico. La presencia de estos es necesaria para obtener un buen desarrollo no solo de larvas y alevinos, sino también de reproductores y peces en engorde.
Carbohidratos como fuente de energía
Los carbohidratos son considerados la forma más barata de energía de una dieta; sin embargo, constituyen el grupo de nutrientes más controvertido dentro de la alimentación de los peces, considerando que estos no presentan síntomas de deficiencia al estar ausentes en una dieta, situación que permite afirmar que los requerimientos de carbohidratos por parte de las especies acuícolas son nulos.
Es así como los peces carnívoros presentan muy poca o ninguna habilidad para la asimilación de los carbohidratos; los peces herbívoros, omnívoros y plantófagos, que sintetizan en su tracto digestivo las enzimas amilasa y celulasa, fácilmente hidrolizan los carbohidratos contenidos en los alimentos vegetales, además de los presentes en las raciones piscícolas.
Vitaminas
Las vitaminas son un grupo heterogéneo de compuestos orgánicos requeridos en cantidades muy pequeñas; actúan como co-factores en procesos metabólicos, los cuales sin la presencia de las vitaminas no podrían llevarse a cabo. Al no ser sintetizadas por los organismos, deben estar organizados en las raciones de diario consumo; se involucran en los estímulos del apetito y, por ende, dan una respuesta positiva en el crecimiento. Son un efectivo factor antiestrés y estimulan las defensas.
En cultivos con altas densidades, como jaulas, estanques o donde el alimento natural está limitado, estos microingredientes deben ser suplementados en forma adicional en las dietas para proporcionar un crecimiento normal.
Minerales
Los minerales, al igual que las vitaminas, no son sintetizados por el organismo y se requieren diariamente en muy pequeñas cantidades. Son constituyentes esenciales de huesos y tejidos blandos. Adicionalmente, son utilizados por los peces para el balance osmótico, esenciales en la transmisión de impulsos nerviosos y el equilibrio ácido-base corporal. Al igual que las vitaminas, deben suplementarse en las dietas diseñadas para sistemas de producción altamente competitivos.
Digestibilidad de los nutrientes
El valor nutricional de un alimento no está basado solamente en su composición química sino también en la habilidad de los peces para digerirlo y absorberlo; presenta una considerable variación entre la digestibilidad de los nutrientes, dentro de las especies y las diferentes condiciones ambientales.
Los requerimientos nutricionales en la dieta de peces bajo condiciones de cultivo depende de las especies cultivadas, de la densidad de siembra, fertilidad del agua y disponibilidad de alimento natural.
Por lo tanto, el conocimiento de la digestibilidad de los nutrientes es esencial para el diseño de dietas prácticas y para poder hacer sustituciones de ingredientes, para mantener dietas de mínimo costo e igual eficiencia.
Calidad de los ingredientes
Los ingredientes usados en la alimentación animal son básicamente productos naturales o subproductos de procesos industriales; la proporción de éstos en las dietas difiere según la especie y el diseño de los diferentes alimentos.
En un proceso rutinario de formulación, los ingredientes con propiedades similares generalmente son sustituidos unos por otros dentro de la mezcla, dependiendo del precio del mercado, disponibilidad y composición.
Un alimento balanceado terminado no será mejor que la calidad de sus ingredientes. La selección de estos está basada en el contenido de nutrientes disponibles, la digestibilidad y la ausencia de contaminación. Usualmente, los límites máximos son específicos como consecuencia de factores antinutricionales que se puedan encontrar y los límites mínimos son especificados como consecuencia de una función especial del ingrediente como palatabilidad o estabilidad del pelet en el agua.
Para presentar el alimento de manera adecuada, los ingredientes deben ser molidos tan finamente como sea posible. La disminución del tamaño de partícula, aumenta la digestibilidad, la durabilidad y la estabilidad del pelet. La premezcla vitamínica y mineral, al igual que los aditivos, se incorporan mejor en la mezcla, cuando se establece la práctica de realizar primero una dilución en un 4% ó 5% de la mezcla y luego se adiciona al total de la misma, ofreciendo así una mejor homogeneidad del producto final.
Con los alimentos extruidos el proceso de molienda y mezcla es igual, tan solo deben incrementarse las vitaminas sensibles a la acción de temperaturas elevadas.

1 comentario:

MO dijo...

Es muy interesante, tendras más datos.